Algunas de las habilidades blandas que un profesional que trabaja en innovación social y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 debería tener son las siguientes:
- Empatía: la capacidad de ponerse en el lugar de otras personas y entender sus necesidades, perspectivas y experiencias.
- Pensamiento crítico: la habilidad para analizar de manera objetiva y rigurosa los problemas y las situaciones para encontrar soluciones creativas e innovadoras.
- Comunicación efectiva: la capacidad para transmitir ideas y conceptos de manera clara y efectiva, tanto de manera verbal como escrita.
- Colaboración: la habilidad para trabajar en equipo y colaborar con otras personas y organizaciones con diferentes antecedentes y habilidades para lograr objetivos comunes.
- Adaptabilidad: la capacidad para ajustarse a situaciones cambiantes y encontrar soluciones alternativas cuando las circunstancias cambian.
- Orientación a resultados: la habilidad para establecer objetivos claros y trabajar de manera enfocada y persistente para alcanzarlos.
- Liderazgo: la habilidad para guiar y motivar a otros hacia una visión compartida, fomentando la participación y el compromiso.
- Visión global: la capacidad para comprender y abordar los desafíos globales y las interconexiones entre diferentes temas y sectores.
Estas habilidades blandas son esenciales para un profesional que trabaja en innovación social y los ODS 2030, ya que les permiten colaborar con diferentes grupos y actores, pensar de manera creativa y solucionar problemas de manera efectiva, y liderar iniciativas que promuevan un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.